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México, Ciudad de México
Minutos antes de morir, Alfonso Reyes, permanece tendido en la cama desde donde aprecia casi en su totalidad el acervo de la Capilla. Mientras tanto, escucha una voz interior que reconstruye su paso por el mundo. En cada instante, Reyes presencia y revive los momentos determinantes de su vida.
La voz interior se vincula al suceder del tiempo, el cual transcurre en una sucesión melodiosa que le permite penetrar en la muerte como en un alejamiento de la vida.
En el tiempo real, el hombre que trata de mantener la coherencia de su personalidad enfrenta que el morir es la dispersión del propio ser.
En un vaivén sus obras regresan a su mente como si fueran pronunciadas en ese mismo instante; y en la medida que la muerte se va apoderando de su cuerpo, la presencia de Ulises, en su intento de volver a Ítaca, se confunde con la propia visión de sí mismo.
Las ciudades, las personas, los episodios que conformaron su vida, se repiten en un tiempo que aparenta ser real y que se interrumpe con la caída de cada minuto que lo regresa a su lecho de moribundo.
La reconstrucción de la vida es por lo tanto, íntima, y comprende las motivaciones de su escritura, su liberación por medio de las letras y su intento de ordenar la vida en torno a las ideas; las cuales le permiten, a la larga, construir su estilo y personalidad.
El dolor de lo perdido se mezcla con la alegría de lo conquistado y, llegado el momento, la propia vida de Reyes se une con la Odisea cuyos versos se insertan en la narración como el coro de su propia tragedia. Al final, la muerte no es vacío, sino incógnita que habrá de resolverse en otro ser que, en algún lugar del mundo, en ese preciso momento estará naciendo.
César Benedicto Callejas
Participan: Tatiana Nogueira, Eduardo Luis Feher, Alberto Enríquez Perea y el autor.
Benjamín Hill 122, Esquina con Gómez Palacios , C.P. 6140, Deleg. Cuauhtémoc México, Ciudad de México
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