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El Templo de Santo Domingo fue parte del convento de los dominicos, cuyas dimensiones alcanzaban casi dos manzanas. El edificio actual se construyó durante los s. XVI-XVII.
La soberbia fachada de cantera gris con una portada herreriana está presidida por la imagen de Santo Domingo en mármol de Tecali. La iglesia es muy amplia y aparece cubierta por ricas bóvedas ornamentadas con relieves; a los lados se encuentran pequeñas capillas en las cuales muestran valiosas pinturas.
La Capilla del Rosario supone la máxima expresión del barroco poblano. Desde su amplio atrio se observan sus magníficos retablos dorados de estilos barroco, salomónico y churrigueresco. Sobresale el retablo principal, obra del maestro Pedro Maldonado; en el centro está la imagen de Santo Domingo en altorrelieve de mármol.
