Kintsugi. Deja que las cosas se quiebren 1, 2, 3, 5

RESEÑA

Un corazón se rompe. No de golpe, sino lentamente, como un cristal que se agrieta desde adentro. En el silencio de la pérdida, alguien recoge los fragmentos con manos temblorosas, intentando comprender lo que ya no es. Con cada movimiento, la danza reconstruye lo que fue destruido: no para volver a ser lo mismo, sino para transformarlo. Las cicatrices no se ocultan; se recubren de oro, brillan. Como en el arte del kintsugi, las heridas se convierten en parte esencial de la belleza.

1,2,3,5

Nos transporta a través de su estética a una vivienda en los 90s. Sentimientos y situaciones vividas en la niñez de la autora cobran vida al contestar un teléfono y que es nuestra principal conexión con el pasado. Sintonizamos con la resonancia de los recuerdos, las vivencias y las situaciones que moldearon un universo particular. La música en vivo, nos hace obtener una ambientación y línea de momentos con los que el público puede sentirse identificado.

DIRECTOR

Farid Sarmiento, Edith Gordiano, Alex Valdés