Teatro Nezahualcóyotl

Tiene sus orígenes en la actividad teatral que caracterizó a la ciudad de Tlacotalpan como importante puerto de altura a mediados del siglo XIX. En esa época este municipio ocupaba el quinto lugar en importancia económica en el estado de Veracruz. El tráfico fluvial favoreció el auge comercial y cultural de la ciudad y la construcción de importantes obras arquitectónicas de carácter económico y social. Después de la construcción del Palacio Municipal y el mercado y la introducción del alumbrado público, debido a las frecuentes visitas de compañías de cómicos de la legua, sobre todo durante las fiestas titulares de la Candelaria, en 1851 se acondicionó como teatro al templo todavía en construcción y en ese espacio se presentaron compañías de ópera italianas y españolas. La parroquia fue sede provisional del teatro por 20 años, hasta que la comunidad católica reclamó el espacio. En esa época, Porfirio Díaz, para agradecer a la ciudad la hospitalidad recibida en diversas ocasiones, ordenó la construcción de un nuevo teatro que fue construido entre 1887 y 1891 con un diseño del ingeniero Ángel Anguiano. El nuevo recinto, conocido también como El Coloso de Sotavento, abrió sus puertas el 31 de mayo de 1891 con la presentación de la zarzuela El anillo de hierro. Después de los severos daños ocasionados al edificio en 1903 por un ciclón, en 1950 fue reconstruido casi en su totalidad y su fachada fue modificada. El edificio, de acuerdo con la decadencia económica y cultural de la ciudad, quedó casi abandonado y en ocasiones fue utilizado como cárcel municipal. Diferentes intervenciones de restauración desde los años noventa han recuperado otra vez este espacio que en 1999 fue dotado de equipamiento con recursos del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Fuente de información: "Teatros del porfiriato" autor: Polimnia Zacarías. U.V.