Flores para la niña loba. Ofrenda escénica para Natsu Nakajima

RESEÑA

Este espectáculo es un camino de retorno sobre las huellas apenas alumbradas por la frágil luz de un candelabro, para recordar la infancia, el asombro y el éxtasis, abrazando con serenidad la muerte como parte de la vida. En esencia, la pieza es una manifestación de gratitud y amor: una forma de seguir acompañando el vuelo de la maestra japonesa con flores y canto, como se hace desde antiguo en nuestra tierra.

Presenta la bailarina, coreógrafa, investigadora y docente Eugenia Vargas (miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte).

* Para mayores de 15 años.