Nemea, aquelarre, ósmosis y tauromaquia

RESEÑA

Esta impactante pieza de danza contemporánea nos sumerge en un viaje espiritual a través de 12 aprendizajes transformadores. A medida que el protagonista expande su conciencia en un estado de meditación, cada enseñanza cobra vida a través del movimiento, vinculándose con la esencia de las constelaciones del zodíaco. Con una puesta en escena evocadora, coreografías fluidas y una profunda conexión simbólica, la obra invita al espectador a reflexionar sobre su propio propósito y el potencial extraordinario que hay en cada uno de nosotros. Un espectáculo visual y sensorial que fusiona danza, misticismo y autodescubrimiento en una experiencia única.