RESEÑA
Ópera en tres actos de Antonín Dvořák (1841-1904), con libreto en checo de Jaroslav Kvapil (1868-1950), basado en los cuentos de hadas de Karel Jaromír Erben y Božena Němcová. Estreno: Praga, 31 de marzo de 1901. Estreno en México: Palacio de Bellas Artes, 10 de marzo de 2011.
Rusalka es una antiquísima figura de los cuentos de hadas. Aparece en la literatura europea ya en 1387, en Jean d'Arras; en poemas posteriores la encontramos como sirena, ondina o Melusina. Pertenece a un reino intermedio en cuya existencia creyó firmemente, como muchos otros, el genial investigador de la naturaleza, médico y artista de la medicina, Teophrastus von Hohenheim, llamado Paracelso (1493-1541). Rusalka es, como las ninfas y las ondinas, un espíritu elemental, ligado con el cuerpo y la sangre al reino de los hombres pero también, a causa de su carencia de alma, al mundo de los espíritus. Su anhelo consiste en convertirse en ser humano y poder amar como una mujer terrenal, incluso al precio del sufrimiento y de la muerte.
AUTOR:
Antonín Dvořák
DIRECTOR:
Enrique Singer
Director huésped del coro: Carlos Aransay.
Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes.
Elenco: Rusalka: Daniela Tabernig.
Príncipe: Khachatur Badalyan.
Vodník, Espíritu de las aguas: Kristin Sigmundson.
Ježibaba, una bruja: Belem Rodríguez.
Princesa extranjera: Celia Gómez.
Guardabosques: Antonio Duque.
Un joven cocinero: Carla Madrid.
Cazador: Édgar Gil.
Tres ninfas: Lucía Salas, Edurne Goyarsu y Nieves Navarro.