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La pandemia de la influenza española había rebasado los servicios médicos en el país. Los médicos militares y civiles no se daban abasto para atender al gran número de enfermos, cuya cifra crecía día con día. En los hospitales y consultorios no había medicamentos suficientes para atender a los pacientes, lo que llevó al gobierno del presidente Venustiano Carranza a tomar medidas de emergencia. Una de ellas fue enviar a estudiantes de la Escuela Médico Militar a auxiliar a la población en contra de esta terrible enfermedad.
El 18 de octubre de 1918 la prensa informó que 50 estudiantes de medicina militar serían enviados a combatir la pandemia en las ciudades de Torreón, Piedras Negras y San Pedro de las Colonias, en Coahuila; Monterrey, en Nuevo León; Zacatecas; Irapuato y León, en Guanajuato; Guadalajara y sus pueblos cercanos; Tampico; Huejotzingo, Cholula y en la ciudad de Puebla.
