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De acuerdo con el punto 5 de la fracción VI del artículo 73 de la Constitución, la procuración de Justicia quedaría en manos de un procurador. Tras la organización del Distrito y los territorios federales, el orden constitucional se fue retomando poco a poco. En 1917, Carranza nombró al joven escritor y abogado jalisciense José Martínez Sotomayor, procurador de Justicia del Distrito Federal. A principios de 1918, Alfredo Breceda fue nombrado gobernador del Distrito Federal.
Con la autorización del presidente Carranza, Breceda dio posesión el 8 de febrero de 1918 como procurador de Justicia del Distrito Federal al licenciado Carlos I. Meléndez, quien relevó del cargo a Martínez Soto Mayor. Para dar certeza jurídica a la impartición de justicia en el Distrito Federal y los territorios federales, el gobierno de Carranza expidió las Leyes Orgánicas del Ministerio Público, Federal y del Distrito y Territorios Federales el 9 de septiembre de 1919.