La virgen que forjó una patria

RESEÑA

Una reunión en la casa del Corregidor de Querétaro, es el escenario en donde Miguel Hidalgo, los capitanes Aldama y Allende, el licenciado Lazo y doña Josefa Ortiz de Domínguez intercambian ideas para derrocar al gobierno español y concretar la Independencia de la Nueva España. Pero en esta discusión aparece un tema muy interesante a debatir, cuál será el estandarte que se utilice para dicho movimiento.

Ante la falta de credibilidad de los presentes, el cura de Dolores narra la historia del indígena Cuauhtlatoac —mejor conocido como Juan Diego, después de este hecho, la imagen de la virgen se convirtió en un símbolo de protección para los católicos en México.

Julio Bracho utiliza a la Virgen de Guadalupe —emblema nacional novohispano– como punto de partida para unir dos episodios temporalmente distantes que se entrelazan para narrar un episodio crucial de la historia de México, la Independencia.

Esta fue la tercera adaptación cinematográfica del cineasta, productor, guionista y actor mexicano, la cual se estrenó en 1942 con motivo de la celebración de la Independencia.

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