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En febrero de 1917, el general José Rentería Luviano fue nombrado gobernador interino de Michoacán, cuya principal tarea fue la convocatoria a elecciones para gobernador constitucional; y para que el Congreso Constituyente dotara a la entidad de una nueva constitución.
Los generales Pascual Ortiz Rubio y Francisco J. Múgica compitieron por la gubernatura el 6 de mayo de ese año, favoreciendo el voto al primero; sin embargo, los seguidores del general Múgica, entre los que se encontraba el gobernador Rentería Luviano, rechazaban la toma de posesión de Ortiz Rubio e incluso amenazaban con un levantamiento armado.
Los rumores sobre una posible imposición del general Múgica por el gobernador Rentería eran tan fuertes que se habló de un decreto emitido por el gobierno de Michoacán en donde se desconocían las elecciones y se declaraba gobernador a Múgica. Ante esta situación, un grupo de diputados michoacanos federales, encabezados por Uriel Avilés, acudieron con el presidente Venustiano Carranza a denunciar tal hecho. Carranza escuchó los argumentos presentados por los diputados federales michoacanos, comprometiéndose a defender la voluntad popular que le había dado el triunfo a Ortiz Rubio en las urnas.
