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El 30 de mayo de 1917, en el Congreso federal, los diputados por el estado de Guanajuato, Luis Fernández Martínez y Jesús López de Lira, denunciaron que el Congreso de dicha entidad, iniciadas ya sus sesiones, había nacido del fraude electoral. Señalaron que ese congreso local estaba presidido por el doctor Luis P. Bustamante, quien en 1913 apoyó al gobierno de Victoriano Huerta. También acusaron al diputado local Ricardo Alamán, presunto familiar del historiador conservador Lucas Alamán, de apoyar a los huertistas en el estado.
Por último, señalaron que en ese congreso participaban personas que apoyaban la rebelión de Félix Díaz. Tras estas acusaciones, los diputados Fernández Martínez y López de Lira pidieron que el Congreso de la Unión desconociera la Legislatura de Guanajuato y se pidiera al Senado de la República que se convocara a nuevas elecciones. Por mayoría absoluta del pleno se aprobó la propuesta, iniciando una crisis política del Congreso federal con el del estado de Guanajuato.
